sábado, 2 de mayo de 2009

Azar, Caos y Aleatoriedad

Azar

El azar es una cualidad que está presente en diversos fenómenos y que se caracterizan por no mostrar una causa, orden o finalidad aparente.

El azar o probabilidad en la ciencia puede aparecer cuando se dan casos de incertidumbre cuando un experimento o problema carece de certeza pero se puede predecir o explicar dentro de ciertos márgenes determinado por ecuaciones probabilísticas (como en el principio o relación de incertidumbre de Heisenberg para las partículas).

El azar ontológico es aquel que forma parte del ser, por lo que aunque encontremos leyes deterministas habrá procesos que son irreductiblemente espontáneos y aleatorios, independientemente del avance del conocimiento.

El azar epistemológico es el que está en nuestro conocimiento bien sea por ignorancia, por incapacidad para tratar sistemas complejos en un mundo determinista o porque exista un auténtico azar ontológico.

Cuando no se niega la ciencia como conocimiento de la realidad, su carácter predictivo resulta problemático para la existencia de libre albedrío. Por ello en algunos casos se ha intentado salvar éste acudiendo al azar que aceptan las nuevas teorías científicas. Los críticos aducen que aunque se admita la existencia del azar, éste es algo completamente diferente del libre albedrío, no se es más libre por tomar una decisión aleatoria que por tomar una determinista.

El estudio científico del azar ha dado como consecuencia todo un gran campo de conocimientos y cálculos matemáticos, usados ampliamente en la vida cotidiana; las probabilidades y su cálculo se consideran al abarcar problemas de ingeniería, computacionales, sociales e incluso políticos.


Caos

El caos (del idioma griego, Χάος) e se refiere a lo impredecible, y es uno de los principales conceptos del Cosmos.


El caos es la complejidad de la causalidad en relación a la eventualidad, sin que se observe nada que relacione la causa con el efecto. Esto significa que cualquier hecho insignificante del universo tiene el poder de desencadenar una ola de hechos que alteren el sistema completo. Un ejemplo habitual es el Efecto Mariposa, que plantea que el aleteo de una mariposa en un rincón del mundo puede desencadenar un tornado en el otro.


En el aspecto filosófico y epistemológico se ha tendido a asociar al caos con la incapacidad del hombre de atender a todos los hechos de un espacio concreto y en un momento determinado, teniendo que asumir los conceptos de azar, indeterminado, aleatorio, incertidumbre... en oposición al orden o a una posible ratio o logos.


En la lucha del hombre ante el medio y la supervivencia del hombre como ser capaz de dominar el medio, hace que sienta la necesidad de superar la antinomia binaria descrita. Desde la segunda mitad del siglo XX el azar (equiparable en términos profanos al caos) y la necesidad (sentimiento natural que empuja a toda especie animal a buscar en cierto modo al orden) son observados, por ejemplo por Jacques L. Monod como dos aspectos complementarios en la evolución de lo real, en otras palabras: existen momentos de caos en cuanto son partes de caos ordenado.


Teoría del caos es la denominación popular de la rama de las matemáticas y la física que trata ciertos tipos de comportamientos impredecibles de los sistemas dinámicos.


Aleatoriedad

La aleatoriedad es un campo se asocia a todo proceso cuyo resultado no es previsible más que en razón de la intervención del azar. El resultado de un suceso aleatorio no puede determinarse antes de que éste se produzca. Por lo tanto, los procesos aleatorios quedan englobados dentro del área del cálculo de probabilidad y, en un marco más amplio, en el de la estadística.


La palabra “aleatorio” se usa para expresar una aparente carencia de propósito, causa, u orden. El término aleatoriedad se usa a menudo como sinónimo con un número de propiedades estadísticas medibles, tales como la carencia de tendencias o correlación.


La aleatoriedad está bastante relacionada con el determinismo, por extensión también con el libre albedrío y algunas ideas religiosas (como la aparente contradicción en la coexistencia de un ser omnisciente y el verdadero azar). Lo cierto es que esa aleatoriedad no sabe realmente muy bien de donde viene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario